PERÚ PODRÍA DECIR ADIÓS A LOS ZOOLÓGICOS: PROYECTO DE LEY PROPONE SU CIERRE PROGRESIVO

Un proyecto presentado en el Congreso por el congresista Guido Bellido plantea el cierre gradual de los zoológicos en el país, incluidos el Parque de las Leyendas y el de Huachipa en Lima, siguiendo el ejemplo de naciones como Argentina, Chile y Costa Rica, que reemplazaron estos recintos por alternativas sostenibles de conservación y educación ambiental.

La propuesta busca actualizar la legislación peruana a los estándares internacionales sobre bienestar animal y protección ambiental. Plantea que no se autorice la creación ni construcción de nuevos zoológicos públicos o privados, y que los existentes sean eliminados en un plazo máximo de diez años desde la entrada en vigencia de la norma. El incumplimiento generaría responsabilidad administrativa para las autoridades competentes.

La iniciativa también plantea incluir en la currícula escolar programas educativos orientados al respeto de la fauna silvestre, la protección de ecosistemas y el aprendizaje sin animales en cautiverio, en coordinación entre los ministerios de Educación y del Ambiente.

Uno de los puntos centrales del proyecto es el destino de los animales que actualmente viven en zoológicos. Estos serían trasladados a centros de rescate de fauna silvestre, donde recibirían atención médica y rehabilitación, con el fin de reinsertarlos a su hábitat natural cuando sea posible o mantenerlos en centros de conservación.

El proyecto dispone que la ley sea reglamentada dentro de los 180 días posteriores a su publicación. Además, contempla modificar la Ley Forestal y de Fauna Silvestre (N° 29763) para precisar que los centros de rescate funcionarán como espacios destinados a la recuperación y reubicación de animales decomisados o hallados, bajo administración directa o de terceros autorizados.

Según el sustento de la propuesta, los zoológicos del país presentan serias deficiencias estructurales y de gestión que afectan el bienestar animal. Se mencionan recintos inadecuados, limitaciones presupuestales y escasa capacidad técnica para garantizar condiciones dignas de vida, alimentación y salud, además de una limitada contribución a la conservación real de especies.